Uno de los caminante, el Kini, experto en inmuebles, le dedica un poema a su mujer (Ojo, no empeñarse ahora todas las novias, mujeres y otras, en que todos los caminantes hagan lo mismo).
Los dos tenemos cosas que olvidar
no busco empezar de cero
tan sólo busco el reproche matar
En mi saco te he metido
Y calentita conmigo
quiero que duermas toda la noche tranquila
que por la mañana saldremos juntos a caminar
Kini
Siempre sorprendente el camino, que saca a la luz al poeta del hormigón, al Garcilaso de la caseta de chapa, casco en la cabeza, metro a la cintura y movil en la oreja...
ResponderEliminarMuy entrañable, Kini :-)
Aupa caminantes.