lunes, 18 de octubre de 2010

Shanti, Shanti, Shanti...


La bajada desde Monte do Gozo hasta Santiago es rápida. El que anda sabe que ha terminado su Camino. Por lo menos en lo que a andar se refiere. Hacia el centro de la ciudad se dirigen los peregrinos y aquellos que quieren visitar al Apóstol. La ciudad se va convirtiendo en piedra y de pronto surge la catedral. Todo pasa muy deprisa.





Pero el Camino sigue dejando joyas como ésta antes de llegar a Monte do Gozo. La salida desde allí hasta Santiago crea caras de satisfacción en el equipo.









Y entonces, por fin de los porfines, apareció Santiago y la catedral y el destino final de la excursión aunque, por supuesto, ésta no terminaba aquí.


Porque como caminar no lo es todo en la vida y todo esfuerzo requiere recompensa, todavía quedaban unas cuantas jornadas "fuera de Camino" para ir poniendo la ginda al viaje. Tras cominda en Santiago, magnífico arroz, magnífica atención, magnífico lugar, cena, idem de idem. Esos sitios buenos que conoce Martín. Casi nada...Salida para Fisterra.

Hay que destacar aquí la llegada de José. Un grande entre los grandes. Gran conocedor, mejor anfitrión.


Menuda comilona que cayó. De esas de antología. Nutridita de pescados y mariscos, bien regados con su albariño. Maravilloso. En un marco incomparable. GRACIAS POR TODO; CAMPEÓN



















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